- Mov.
Juan Francisco León
Fundó la villa de Panaquire, en Barlovento, donde se aplicó al
cultivo del cacao. Compartía estas labores con las de Teniente de Justicia de
Panaquire, por derecho de fundador poblador. El 2 de abril de 1749 se le
presentó don Martín de Echevarría, un vasco, con la noticia de que estaba
destituido y era su reemplazante.
Ni León ni los habitantes de Panaquire aceptaron el nombramiento
de Echevarría, por ser una imposición de la Compañía Guipuzcoana, cuyo factor,
Juan Manuel de Goyzueta, manejaba a su antojo la política venezolana, quitaba y
ponía gobernadores y demás funcionarios.El pueblo amotinado marchó sobre Caracas, con el propio Juan Francisco León a la cabeza, originándose un verdadero movimiento de masas de interesante repercusión. Con gente de Caucagua, Guatire, Guarenas, El Guapo y otras comarcas se juntaron unos 800 hombres entre esclavos, indios y canarios.
Llegaron el 19 de abril de 1749 a Chacao, pregonando que «el intento directo es solamente la destrucción total de la Compañía Guipuzcoana .. » Como las autoridades no actúan, siguen hasta Caracas al son de tambores de guerra y con banderas encarnadas. Rodean la casa del Gobernador con gente armada, y al resto lo mandó a apostarse en la Plaza de la Candelaria, siempre canaria, y donde León tenía su casa; pero faltóle a Juan Francisco la garra del león; le faltó el coraje del caudillo. Su fe en la Ley y en la Justicia lo perdió. En lugar de exigir, llegó inclinando la cabeza respetuosamente ante las autoridades y protestando la fidelidad al Rey. El Gobernador Castellanos, para distraerlo más, huyó disfrazado de monje en la madrugada del 4 de mayo, hacia La Guaira, y allí instaló su Gobierno.
Después de varios meses, como no se le cumplen las promesas, Juan Francisco arremete nuevamente contra la capital (1º de agosto), pero esta vez con más de ocho mil hombres. De allí se dirige León hasta La Guaira en busca del Gobernador, y éste, ante la imponente demostración de poder popular, fingió hacer salir de Macuto y Puerto Cabello a los funcionarios de la Compañía.
En noviembre de ese mismo año de 1749 llega el nuevo Gobernador, Julián de Arriaga, quien hace las paces con León y ordena un indulto general. León esboza su programa de política económica, que puede resumirse en estos puntos:
Fluctuación de precios de acuerdo con la oferta y la demanda. * Libertad para transportar el cacao hasta cualquiera de los puertos. * Eliminación del intermediario. * Libertad de comercio. * Que no se restrinja más el tabaco. * Indemnización de daños causados por la Compañía.
Removido Arriaga, llega Felipe Ricardos aplicando medidas crueles y brutales, desconociendo hasta el indulto concedido por su antecesor. Irritado en extremo, León decidió irse a las armas y hacerle frente al Gobernador. No pudiendo combatir contra un ejército veterano, dispersó su gente y se dedicó a huir por los montes, ríos y sabanas, durante seis meses, hasta que cansado y hostigado por el gobierno, tuvo que rendirse. El 9 de febrero de 1752 prestó declaración y fue remitido preso a España, junto con su hijo Nicolás. El precio de la libertad sería la participación obligada en las campañas militares de España en sus colonias africanas.
La casa de Juan Francisco León fue destruida y sembrada de sal. La pena que le fue impuesta no la cumplió, porque murió en Cádiz el 2 de agosto de 1752. Pero muy poco tiempo después fueron encontradas válidas sus pretensiones, y la Compañía Guipuzcoana fue eliminada.
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Jose Leonardo Chirinos
José
Leonardo Chirino acaudilló a los negros de Coro en un movimiento que ha sido
considerado como génesis de la Independencia americana.
Fue un zambo revolucionario venezolano que lideró
una fallida insurrección en busca del establecimiento de la República en el
país y la eliminación de la esclavitud.
Habiendo fracasado en el intento, Chirino trató de
reorganizarse, y escribió al cacique y a los indios de Pecaya, pidiéndoles
incorporarse a la lucha, prometiéndoles que no pagarían demora, esto es, un
tributo especial de los indígenas, el cual se les cobraba en dinero efectivo.
Sin embargo, la persecución que desató el Teniente de Justicia, Ramírez
Valderrain, fue una verdadera cacería humana. Chirino fue apresado, condenado a
muerte y trasladado a Caracas, donde fue ejecutado el 10 de diciembre de 1796.
Este movimiento, de hondas raíces sociales, llamó
la atención de las autoridades coloniales sobre las diferencias existentes y
las injusticias, particularmente en lo tocante al cobro de impuestos a las
clases humildes. Las intenciones de orden social y económico de Chirino eran
claras, mas en cuanto a lo político no basta que haya proclamado la ley de los
franceses, aspirando instaurar un régimen republicano, pues se ignora hasta qué
punto estaba preparado para lograr tal cambio.
Aunque fue un hecho de carácter local, determinado
por una situación específica, propia de las condiciones sociales generadas por
la esclavitud, tuvo inspiración en las insurrecciones que tenían lugar en
aquellos días en Santo Domingo, así como en la Revolución francesa. El
movimiento no se propagó más allá de una parte del occidente del país, pero
logró provocar una seria alteración del orden colonial en Venezuela.
Con todo, el pronunciamiento de Chirino en Coro no
fue estéril en consecuencias, ya que a la postre se redujeron los impuestos y
se cobraron con sentido más humano, aunque haya adolecido de fines clara y
propiamente independentistas, como sí los tuvieron luego, por ejemplo, las
gestas de Gual y España, Miranda y Bolívar.
Tal día
como hoy, hace 123 años, nació en Caracas Armando Reverón, pintor y artista
plástico venezolano, una de las máximos exponentes de las artes plásticas en
Venezuela.
Poco se sabe de sus primeros años. Su tío-abuelo
materno, Ricardo Montilla, le instruyó en dibujo del natural y alentó en él su
vocación artística, que mostró desde niño. En 1904, vive con su madre en
Caracas, y en 1908 se inscribe en la Academia de Bellas Artes, donde tiene como
profesores a Antonio Herrera Toro, Emilio Mauri y Pedro Zerpa.
La recomendación de
sus profesores le llevó a obtener, al finalizar el curso de 1911, una pensión
de estudios en Europa. Ese mismo año viaja a España y se dirige a Barcelona,
donde ingresa a la Escuela de Artes y Oficios. En 1912, hace un breve retorno a
Caracas; de nuevo en España, entra a la Academia de San Fernando en Madrid.
La capital
española dejó una profunda huella en su espíritu, y fue cautivado por el
universo de Francisco de Goya. Influyó también en él su paso por el taller de
José Moreno Carbonero, pintor un tanto extravagante, maestro de Salvador Dalí.
En 1916, Reverón pinta al aire libre sus primeros paisajes resueltos dentro de
una tonalidad azul, y poco después se traslada a La Guaira, donde vive de dar
clases privadas de dibujo y pintura. Durante el carnaval de 1918 conoce a
Juanita Mota, quien sería su modelo e inseparable compañera.
En esos
tiempos, Reverón visitaba con frecuencia el rancho de pescadores que el pintor
ruso Fernandinov ocupaba en Punta de Mulatos, y decide instalarse en el
litoral, iniciando con esto una nueva etapa en su vida y en su obra. Para 1921,
vive en un rancho de la playa, en el sector de Las Quince Letras. Poco tiempo
después se muda y comienza a construir, un poco al sur, "El
Castillete" que le serviría de morada para el resto de su vida.
La decisión de mudarse coincidió con un cambio de
conducta y una transformación de sus conceptos artísticos. Al adoptar hábitos
primitivos y desvinculado de la ciudad, Reverón pudo desarrollar una percepción
más profunda de la naturaleza, lo cual le llevó a emplear un método de pintar,
así como a adoptar procedimientos y materiales que se adecuaban a su afán de
representar la atmósfera del paisaje bajo efectos del deslumbramiento producido
por la luz directa del sol. Creó además valores cromáticos e ideó nuevos
soportes, utilizando elementos autóctonos.
Entró
así a lo que los críticos han llamado su "Época Blanca", ubicada
aproximadamente entre 1924 y 1932. En 1933, se le hizo un primer
reconocimiento, al realizarse una exposición de su obra en el Ateneo de Caracas,
que luego fue presentada en la galería Katia Granoff de París, Francia.
A
comienzos de 1940, inició su "Período Sepia", al que correspondería
un conjunto de lienzos pintados en el litoral y en el Puerto de La Guaira,
donde los tonos marrones del soporte de la tela de coleto constituyen el valor
cromático dominante de la composición; paisajes de mar y tierra donde destacan
las marinas del playón, a los que siguió un período depresivo, tras sufrir el
artista una crisis psicótica que obligó a su reclusión en el sanatorio
"San Jorge", de "José María Finol". Ya recuperado, no
volvió a pintar como antes.
A partir de este momento, se refugió en un
universo mágico que, en torno a objetos y muñecas creados por él, dio origen a
la última y delirante etapa expresionista de su obra; etapa figurativa
caracterizada por el empleo de materiales tales como tizas, creyones y por una
fantasía teatral que se tornaba más y más incontrolable pero que, a través de
un dibujo que aspiraba a la corrección académica, buscaba restituir su
equilibrio emocional.
La última de sus crisis tiene lugar en 1953,
siendo internado nuevamente en la clínica de "Báez Finol", el mismo
año en que le era conferido el Premio Nacional de Pintura. Confortado por este
tardío estímulo, trabajaba con ahínco para una exposición que había anunciado
el Museo de Bellas Artes, cuando le sobrevino la muerte mientras se encontraba
en el sanatorio, el 18 de septiembre de 1954, a los 65 años de edad. En honor a
su memoria, en Venezuela se celebra el 10 de mayo el Día del Artista Plástico
-Gual y España
Este levantamiento estuvo liderado por dos criollos de La
Guaira, Manuel Gual y José María España, que fueron acompañados por un grupo de
revolucionarios españoles encabezado por Juan Bautista Picornell, que habían
sido enviados al presidio del puerto. El movimiento tuvo como objetivo
principal establecer una república. Sus líderes se encargaron de establecer
unas ordenanzas e incluso de crear una canción revolucionaria llamada La carmañola americana.
Delatados, los dirigentes del movimiento debieron darse a la
fuga. José María España volvió clandestinamente en 1799, pero fue apresado y
ejecutado. Gual se exilió en Trinidad, donde fue envenenado por agentes del
gobierno español.
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Francisco Javier Pirela y José Francisco
Suarez
Francisco Javier Pirela, fue Subteniente de la
milicia de pardos, en el año 1799 junto a Joseph Francisco Suarez, empleado del vicario eclesiástico lideraron una sublevación
en Maracaibo apoyados por Juan Gaspar y Agustin Boce,
corsarios provenientes de Puerto Principe (Haiti), que llegaron a Maracaibo en sus Goletas llamadas El Bruto y La Patrulla el 6 de mayo de 1799.
Pirela proporcionó 200 hombres quienes con la ayuda de la tripulación de las
Goletas debían embestir la ciudad, saquearla, matar a los blancos y ricos,
echar por tierra al Gobierno Español y establecer la República, en la mañana
del 19 de mayo de 1799 la conspiración fue denunciada al
gobernador, Juan Ignacio Armada,
marqués de Santa Cruz de Mara, por un cabo acantonado en la ciudad. El mismo
Pirela, cuatro horas antes de estallar la conspiración, confesó todo el plan al
gobernador. Hubo 68 reos en prisiones separadas. Resultando Pirela condenado a
diez años de cárcel y enviado al castillo El Morro de La Habana por el
crimen de rebelión y lesa majestad. Estudios
en Paris En 1524 Francisco
de Javier tiene tomada la determinación de ir a estudiar a París, a la Sorbona.
Antes había cursado estudios en diferentes ciudades navarras, ultimándolos en
Pamplona.
En septiembre de 1528 fue a estudiar a París, donde
conoció al que sería su mejor amigo, Íñigo de Loyola, posteriormente San
Ignacio de Loyola, quien nunca le dejó solo en los momentos difíciles en París
y siempre le ayudó, como, por ejemplo, cuando Javier sufrió problemas
económicos.
Fue allí donde con otros cinco compañeros se constituye
lo que sería el embrión de la Compañía de Jesús. El 15 de agosto de 1534, una
vez finalizados los estudios, juran votos de caridad y castidad, a la vez que
prometen viajar a Tierra Santa, en la iglesia parisina de Montmartre. Francisco
se queda en París otros dos años más estudiando Teología, después de participar
en los Ejercicios espirituales junto a Ignacio de Loyola.